Dios vio que te estabas cansando,
Y una cura no estaba esperando,
Entonces estrecho sus brazos
Y murmuro "Ven a mi lado".
Llorando te observavamos,
Y te vimos ya partir
Auque nuestro amor
era muy grande
Nada te pararia de ir.
Tu corazón de oro dejo de latir.
Tu manos activas descansaron.
Dios destrozo nuestro corazón
para comprovar que
solo se leva lo mejor.
To send flowers
to the family or plant a tree
in memory of Marco Antonio Jara Ponce, please visit our floral store.